Reservoir Dogs

Como algunos ya sabrán (y si no lo sabéis os lo digo) soy un gran cinéfilo. Es coña, me gusta el cine y punto. Y como uno de mis directores favoritos es ese gran tío raro llamado Quentin Tarantino, me he propuesto hablar aquí de todas sus películas. Aquí va la primera.

Reservoir Dogs vio la luz en una época no muy lejana pero en la cual la violencia no estaba bien vista. Había más, sí, pero era sólo en el mundo real. En el cine esto de la sangre no molaba nada. Así que el bueno de Quentin se propuso llevar su guión a la gran pantalla, cosechando un éxito pocas veces visto en una película de esas características. Era el año 1992, y aquel era el primer film Tarantiniano al 100%.

Con un lenguaje soez (como corresponde a los profesionales del crimen organizado protagonistas de la película) y una violencia que no resulta tan excesiva como en su día quisieron demostrar, la cinta cuenta la historia de una banda de atracadores que se reúnen tras el asalto a un almacén de diamantes. El maletín, cuyo contenido será disputado durante todo el largometraje entre los ladrones, será uno de los elementos más destacados de la película, junto a una famosa lata de gasolina que aparece también en otras obras del director y la escena en la que se tortura a un policía (nada explícito).

Uno de los mayores atractivos de las películas de tarantino son, sin duda, los diálogos. Imaginativos, originales y brillantes en general, nunca están de más y dan la sensación de estar vivendo algo real. Pese a no conocer sus nombres (todos los protagonistas salvo Joe y Eddie el amable utilizan nombres en clave -Señor Blanco, Señor Rosa, Señor Rubio...-) los atracadores se convierten en personajes carismáticos y reales.

Tan sólo queda decir que la ópera prima del director es tan sólo la primera de las grandes historias que cuenta en cada una de sus películas, y todas son 100% recomendables. Espero que las disfrutéis tanto como yo.